domingo, 9 de septiembre de 2007

SERÍA UN SONETO

Cuánto arte hay en mi vida, cuánta espera
se soluciona así, de esta manera
en palabra presente convertida,
ofreciéndole al son la bíenvenida?

Durante cuánto tiempo la cadencia
se hace parte de mí, se hace presencia,
zumbando va y en todo lo que toca
de un modo panegírico me evoca?

Y si ese estado fuera permanente?
Si pudiera pasar entre la gente
en preciosa palabra convertido,

no existiría lugar para el secreto
porque todo al final sería un soneto
pensando un universo de sonido.

4 comentarios:

A las 10 de septiembre de 2007, 8:19 , Blogger Pablo Seguí ha dicho...

"no existiría lugar para el secreto"

Encuentro un problema de métrica en ese verso, a menos que se tenga que leer "no existiriá".

Por lo demás, me quedo pensando en el tema o propuesta del soneto. ¿Es una huida de la realidad? ¿Es una ensoñación continua la que proponés? ¿Es otro estado del habitual, otra mirada?

Un abrazo, Pedro.

 
A las 10 de septiembre de 2007, 8:52 , Blogger paula varela ha dicho...

Pedro:
si bien no soy muy amiga de las estructuras cerradas (como un soneto), debo decir que me gustó mucho lo que decís...
"si pudiera pasar entre la gente
en preciosa palabra convertido"

un beso

 
A las 10 de septiembre de 2007, 11:36 , Blogger Pedro Kuy ha dicho...

Tamarit: me gusta volver a verte por acá.

Puede que el verso al que aludís tenga, en materia de música interna, una resolución desfavorable. Pero creo que se trata de un endecasílabo. (Hace años abandoné, a mi pesar, el estudio particular de la gramática; las sílabas las cuento con los dedos, o mentalmente, a veces.)

Jim Morrison (y con esto intento responder a tus preguntas)decía: "Tu religión es aquello a lo que dedicás la mayor parte del tiempo de tus días". Quisiera poder vivir religiosamente (en ese sentido que le da Morrison a la religión). Es algo a lo que yo llamo "entrar en trance", o simplemente "entrar", sólo bajo el efecto embriagador de la palabra poética. No se trata de huir de la realidad, sino de entrar en ella, poniendo de manera tácita en tela de juicio la idea de realidad que uno atávicamente arrastra. Tengamos, por lo menos, la esperanza de que hay otra realidad posible y alcanzable. Es, sí, otro estado que no es el habitual, otra mirada.

Qué bueno es que hablemos de estas cosas.
Un abrazo.

 
A las 10 de septiembre de 2007, 11:48 , Blogger Pedro Kuy ha dicho...

Paula: a veces, algunos necesitamos de ciertas estructuras, porque somos caóticos. La estructura del soneto, en especial, funciona para mí como un parámetro: sé que son catorce versos o líneas, cada una de las cuales admite una extensión determinada (aunque a veces la pifie con la métrica) y eso, paradójicamente, me brinda libertad para moverme y me avisa hasta dónde puedo ir.

Agradezco tu comentario,
tu visita.

 

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