DESAYUNO
Esta violenta ausencia, sin espacio
en el que doblegar mi mano, nueva,
indeclinablemente se subleva
consumiéndome el ánimo despacio.
Como un perfil de azul y de topacio
su repetida imagen ya se lleva
lo trémulo del alba, lo que eleva,
con un arrojo endeble, mi ser lacio.
Siempre vuelvo a vivir, siempre transcurro
inopinadamente siendo uno
más, entre los demás, permaneciendo.
Y hay una ausencia hacia la cual discurro.
Y ahora hay el alba, el día... Desayuno,
pero esa ausencia crece, está creciendo.
1 comentarios:
a la mierda con todo! me dieron ganas de llorar y abrazar sillas vacías.
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